Video Vigilancia en Comunidades de Propietarios

Cuando no nos hemos encontrado en nuestro edifico los buzones y cristales rotos, pintadas en el ascensor, papeleras que desaparecen, coches abiertos, ruedas pinchadas… ¿Quién no ha sufrido estos problemas en su comunidad?
La inseguridad y los actos vandálicos se han incrementado en las Comunidades de Propietarios a lo largo de los últimos años. Por eso mismo, la videovigilancia se ha consolidado como el sistema disuasorio más eficaz, contribuyendo a desalentar comportamientos criminales e incivilizados, a disuadir actos vandálicos y antisociales y, sobre todo, favoreciendo el ahorro.
Su utilidad no reside sólo en el ahorro de costes por desperfectos y la prevención, sino también en la ayuda a la investigación de delitos y a facilitar una mejor respuesta por parte de la policía.
Siete de cada diez ciudadanos se muestran a favor de la instalación de cámaras de vigilancia en los lugares públicos, porque proporcionan Seguridad y Protección. Y es que son muchas las razones por las que apostar por ellas:

– La videovigilancia refuerza la seguridad de la finca, en entradas y salidas de los garajes.
– Incluso las comunidades que tienen porteros las adquieren, precisamente, para tener controlados los accesos a los garajes, jardines, etc.
– Disuade a posibles intrusos en el perímetro exterior del edificio o urbanización.
– En espacios comunes, disuade actos de gamberrismo y aporta pruebas incriminatorias sobre los mismos, que evitan los conflictos posteriores que traen consigo las dudas y sospechas sobre la autoría de los incidentes.
– Evita que personal no autorizado deambule por determinadas zonas, manteniendo un registro de imágenes confiables, que aportan pruebas fehacientes en una investigación posterior, permitiendo la detención de los delincuentes.
– Refuerza el control sobre conserjes externos, previene y desanima actos violentos.


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